¿(Defi)ciencias o letras(ados)?
La división entre ciencias y letras no es
algo nuevo, sino que viene ya de antiguo. Ya en la Edad Media se hizo una
división de las artes en dos grupos, tomada del mundo romano, que conformaban
el trivium, orientado más a las
letras, y el quadrivium, que giraba en torno al número. Sin embargo, para poder
comprender el origen y el funcionamiento del trivium y el quadrivium
hay que ponerse primero en situación.
Para ello, partiremos de la educación en
el mundo helenístico. Es difícil conocer el sistema educativo de la época
helenística, porque las fuentes de información que tenemos son pocas y dudosas,
pues contamos con numerosos papiros escolares y algunos textos sobre educación,
como La república de Plantón, donde
se nos presenta un modelo utópico de enseñanza.
Desde el Renacimiento se ha creado una
visión idealizada de la cultura griega, ensalzando su sistema político, educativo,
etc. Sin embargo, en la realidad nos encontramos con una sociedad en la que
alrededor de un 90% de la población era analfabeta y la educación era un
privilegio de pocos. El Estado no costeaba la educación, sino que eran los
padres los que debían pagar la educación de sus hijos, tanto la elemental como la
superior, de manera que la escolarización estaba dirigida a las clases
acomodadas y sólo los más ricos podían optar por una formación superior,
dirigida principalmente a la vida pública.
Se trataba de una cultura fundamentalmente
oral en la que la base de la educación se encontraba en la literatura. La
escolarización comenzaba a los siete años y el proceso educativo era lento y
repetitivo y consistía en la lectura y memorización de versos (poesía
didáctica), para preservar y transmitir la tradición clásica del mundo griego.
La educación superior estaba más dirigida a la formación científica, con las
matemáticas como centro, sin embargo, la enseñanza de las ciencias era bastante
deleznable. El conjunto de disciplinas en las que había que formar a un niño
recibía el nombre, en el mundo helenístico, de enkyklia
mathémata o enkyklios paideía, siendo esto lo que dé nombre a la ‘enciclopedia’,
entendida como el conjunto libros que recogen las artes y ciencias consideradas
esenciales para la educación elemental, que recogen un saber universal. Este
sistema educativo pasará a Roma, donde se presentan dos modelos con distintas téchnai:
el catoniano de Catón el Viejo, que proponía artes más prácticas como
son la agricultura, la medicina, el arte militar, la retórica y la historia (mechanicae artes),
y el varroniano de Marco Terencio Varrón, que recogía disciplinas más
teóricas (liberales artes) y será el
que triunfe y se imponga durante más de un milenio y medio en Europa.
El sistema de las artes liberales de los
romanos no tuvo un número fijo de disciplinas y, además, fueron cambiando, pero
por norma general se consideran siete las artes liberales que forman el trivium, centrado en el conocimiento del
mundo interior, y el quadrivium, dirigido
más al conocimiento del mundo exterior. Una de las enciclopedias más importantes
sobre las artes liberales es el De nuptiis
Philologiae et Mercurii (‘Las bodas de Filología y Mercurio’) de
Martianus Capella (s. V), un tratado en el que se explica de dónde surgen el trivium y el quadrivium y donde sus protagonistas son las siete artes liberales,
que cuentan una por una quiénes son y qué es lo que hacen.
Este sistema es un camino ascendente cuya
meta es la philosophia, en el caso de los griegos, o la sapientia,
en el caso de los romanos; por eso, todas las disciplinas que lo forman son
fundamentales, es decir, ninguna es prescindible, y propedéuticas, pues
encaminan hacia la sapientia.
Este camino hacia el conocimiento comienza
con el trivium, formado por las
disciplinas de la Gramática, la Retórica y la Dialéctica, siendo la gramática
la base de todas las demás artes. La Gramática consiste en el estudio de la
lengua y la literatura. El comienzo de todo es la letra, pues no se puede
acceder a los números sin conocer las letras, ya que los números no dejan de
ser un conjunto de letras. Como ya se dijo anteriormente, la base de la
educación se encontraba en la literatura, en la lectura y memorización de los
versos de los grandes escritores, de los que se extraía la norma gramatical. Una
vez conocida la gramática, se continúa por la Retórica, el estudio de la teoría
literaria, el análisis de los productos estéticos logrados a través de la
gramática, por qué se han seleccionado tales obras y no otras y qué es lo que
les da tal importancia. En último lugar se encuentra la Dialéctica, que es la
que contrarresta la retórica. Esta disciplina es la que proporciona al aprendiz
las reglas que le permitan pensar y discernir entre veritas y falsitas, con
el objetivo de acercarse a la verdad.
Una vez completados todos los niveles del trivium, se pasa al quadrivium, formado por las disciplinas de la Aritmética, la
Geometría, la Astronomía y la Música. El quadrivium
forma al individuo con la finalidad de que éste comprenda y conozca el
medio físico. Al igual que en el trivium
la base era la Gramática, la Aritmética será la base del quadrivium, que parte del número y está dedicado a la cantidad, pues
aporta los fundamentos necesarios para seguir avanzando. La Aritmética consiste
en el estudio de todo lo relacionado con el número. La Geometría es la
aplicación de la aritmética al espacio, es la disciplina que permite medir los
cuerpos mundanos, y la Astronomía es la aplicación de la aritmética al tiempo,
la disciplina que permite medir los cuerpos celestes. Por último, la Música es
la disciplina que recoge todo lo anterior; se basa en números, en ritmo, en
proporciones y en armonía.
A finales del siglo IV, el cristianismo se
convirtió en religión oficial del Imperio romano por orden del emperador
Teodosio y, cuando en el siglo V se produce la caída del Imperio romano de
Occidente, el imperio cristiano se mantiene con su base en Roma y poco a poco
se fue extendiendo por todo el mundo.
El sistema de las artes liberales tuvo una
gran difusión, puesto que la Iglesia decidió utilizar el trivium y quadrivium como
plan de estudios, con la única finalidad de poder leer, comprender, comentar y divulgar
el mensaje del libro de mayor importancia, la Biblia, y de alcanzar a Dios, de manera que, cuanto más se avanzase
en el trivium, mayor sería el conocimiento
del libro que contiene la verdad y, cuanto más se avanzase en el quadrivium, más cerca se estaría de
Dios. Durante muchos años, la única opción para acceder a una formación educativa
era la de la Iglesia, cuyo sistema educativo era el mismo en toda Europa. Nos
encontramos ante una educación con una estructura piramidal, en la que se
ascendía superando los distintos niveles. Todo el mundo debía formarse en el trivium y, a partir de ahí, los que
quería continuar su formación, seguían con el quadrivium. Se comenzaba en la escuela de latinidad, luego se
pasaba a la universidad, a la facultad de artes, un paso previo a la carrera,
donde el individuo debía formarse en las artes liberales para obtener el título
de bachiller y poder escoger una de las tres carreras que había y habrá durante
muchos siglos: Teología, Derecho o Medicina.
En cierta medida, este sistema sigue estando
vigente hoy en día. Cuando van a comenzar su educación, lo primero que se les
enseña a los niños en el colegio es a leer y a escribir, empezando por la letra
y todas sus combinaciones y avanzando poco a poco en el estudio de la lengua,
adquiriendo unas normas lingüísticas que permitirán al alumno conocer el
funcionamiento de la lengua materna y más adelante le permitirán conocer el
funcionamiento de segundas lenguas con otras normas lingüísticas distintas. Y
ya en una edad más avanzada será cuando comiencen el estudio de las
matemáticas, empezando por el número, que es la base de las matemáticas, y
avanzando hacia otras materias más complejas que precisan del uso de las
matemáticas, como pueden ser la física y la química. Una vez superada la
educación elemental, hay que cursar una fase previa a la universidad, que se
corresponde con el bachillerato, donde el alumno ya debe escoger la rama en la que especializarse, ciencias o letras. Finalmente, superada esta fase, se accede a
la carrera universitaria, habiendo en la actualidad mayor campo de elección.
Me gusta mucho la exposición de los hechos de manera diacrónica y la manera en la que está relacionada con la educación actual. Es una entrada muy buena, que deja claro que tanto ciencias como letras se necesitan la una de la otra.
ResponderEliminarGracias. He pretendido hacer una panorámica de la educación demostrando que la educación no ha cambiado tanto y que el debate que gira en torno a ciencias y letras siempre ha existido y que ninguna de las dos es prescindible, sino que sin la una no existe la otra y viceversa.
EliminarUna entrada poderosa
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