Libro Blanco de la Profesión Docente
Hoy toca hablar del Libro Blanco de la Profesión Docente, un libro encargado al filósofo José Antonio Marina Torres por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en 2015. Este hombre elaboró el Libro Blanco de la Profesión Docente junto a otros autores, como son Carmen Pellicer Iborra, presidenta fundadora de la Fundación Trilema, además de teóloga y pedagoga, y Jesús Manso Ayuso, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del departamento de Didáctica y Teoría de la Educación.
Después de que el profesor hiciera la presentación de lo que es este libro, yo enseguida apunté en mi ordenador: Libro Blanco de la Profesión Docente → vademecum del profesor. Y es que este libro presenta una serie de información y unas propuestas que ayuden a quienes deben tomar decisiones sobre temas relacionados con la docencia. Además, este libro está destinado a un público amplio, no sólo a los especialistas, porque es importante que todos conozcan el mundo educativo.
Quiero destacar la última frase del resumen del libro, pues me parece de vital importancia: "Necesitamos un PACTO SOCIAL por la educación, que impulse un pacto político, y los autores desearíamos contribuir a crear el clima necesario para conseguirlo".
Con todo esto, en clase fueron repartidas las veinte propuestas de este libro y, de nuevo por azar, se formaron grupos cuya misión era formular una pregunta a raíz de la propuesta del Libro Blanco de la Profesión Docente. En mi caso, a mi compañero y a mí nos tocó la decimonovena propuesta:
Con relación a esta propuesta, nos planteamos las siguientes preguntas:
- ¿Los proyectos de transformación en Centros, como los grupos activos, favorecen el cambio hacia una mejor educación?
- ¿Un director con experiencia estará mejor cualificado para la mejora del sistema?
- ¿Ha de ser la inspección la encargada de seleccionar al director? O, por el contrario, ¿será el cuerpo de profesores quien tome la decisión?
Muy interesantes reflexiones a partir de esta cuestión. Estoy convencido de que solo con animar a los centros no es suficiente. Para que haya una transformación real se deben de dotar a los centros de recursos materiales y económicos.
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